Tiene un estilo interesante donde
las obras de arte juegan un papel protagónico, dándole a esta serie una característica
por la cual ser recordada.
El personaje principal es un criminal que tienen un
interés especial por los objetos con mucha historia y a quien un agente del FBI
apresó hace un tiempo. Faltando pocos meses para cumplir su condena se entera
que han raptado a su novia y decide escapar de la cárcel en la que se encuentra
para ir en busca de ella. Parte del atractivo de la serie son los elaborados
planes al estilo de Los Magníficos, donde la verdadera intención de cada acción
permanece oculta hasta que el plan completo se lleva a cabo. Existe también otro
personaje principal, el agente del FBI que personifica a la rectitud y el respeto
por las normas, a lo largo de la historia se ve crecer una relación entre estos
dos sujetos, de modo que a cada uno se le ve un poco inclinado a doblarse hacia
las creencias del otro, sin embargo no pierden las características esenciales
que los diferencian tan marcadamente. Durante el desarrollo del nudo de la
historia van apareciendo diferentes personajes que son víctimas de los planes
maestros del ocurrente criminal. Es bastante entretenida de seguir, en cada capítulo
hay una historia primaria que se desarrolla completamente a lo largo de la duración
del capítulo, pero además va avanzando la parte que más le interesa al
protagonista, aunque esto suena como la mayoría de series, la forma en que se
unen estos dos factores hace que el interés del público crezca.
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